Poco a poco nos acercábamos a la estación del metro Velódromo en la Cuidad de México, el reloj del celular marcaba las 2:07 de la tarde del sábado 9 de abril del presente año, el vagón iba lleno de jóvenes que buscaban ver y disfrutar de sus grupos favoritos en el 12º Festival Vive Latino.
Salimos del metro entre empujones, la puerta número 5 del Foro Sol estaba a reventar sólo para ingresar al evento que prometía ser el mejor del momento; nos aventuramos a recorrer cada parte del lugar hasta llegar al escenario principal.
Todo estaba adornado con el tema central del festival: la cultura prehispánica en México. La gente era, hasta esos momentos, relativamente escasa; el sol implacable de la tarde estaba a todo lo que daba y la brisa parecía extinguirse, sin embargo, los ánimos y canticos iban contagiando a cada fan musical que iba llegando a la explanada principal.
Al sonar los primeros rasgueos de guitarra y golpes a la batería, las miradas se volvían a la tarima central donde comenzaban a movilizarse el personal para dar inicio el festival con la presentación de los fabulosos RebelCats con temas como: La chica Rocabillis y Hombre lobo adolecente.
Las horas fueron pasando rápidamente igual que los grupos invitados, llegando al punto cumbre del evento patrocinado por la cerveza Indio, donde bandas como Enjambre, Los Bunkers y Enanitos verdes iban preparando al público para el encuentro más esperado dentro del Rock Nacional Mexicano, Caifanes, quienes se separaron en 1995 y que regresaban al escenario como si su ultimo concierto fuera sido ayer.
Sin duda alguna, la magnífica habilidad de Marcovich y la desgarradora entrega del vocalista Saúl Hernández hicieron vibrar el corazón de más de 70 mil almas en el majestuoso Foro Sol que retumbaba con cada canción que la renacida banda tocaba.
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